En Diciembre pude acabar el cuarto cuadro de la serie de paisajes nevados de montaña. En esta ocasión utilicé solamente acrílico para ralizar la obra.
Dibujo experimental con rotuladores Stabilo
Aprovechando la serie de paisajes nevados, el otro día me aventuré a hacer una prueba con los famosos rotuladores Stabilo que tienen una gama variada de colores de punta fina. Estos rotuladores son muy populares para su uso en escritura, pero yo me pregunté cómo responderían en su uso en el plano artístico.
Después de realizar el dibujo puedo sacar varias conclusiones:
1- Los rotuladores ofrecen una posibilidad de crear texturas lineales muy amplias.
2- El proceso de trabajo se hace muy lento porque cuesta mucho trabajo cubrir la superficie.
3- Es preferible usar un soporte liso. Yo utilicé un papel de mucho grano que hacía perder definición a las líneas.
4- Aunque la gama de colores es amplia, la mezcla de colores por cercanía o superposición no es del todo efectiva.
5- Los colores son muy solubles al agua, así que si se os cae un vaso de agua o se moja por cualquier motivo la tinta se correrá inmediatamente.
6- El resultado es muy interesante e invita a seguir experimentando con formatos pequeños y en otras superficies.
Pirata
Paisaje Nevado de los Pirineos 3
Otro paisaje nevado de los Pirineos. En este caso me centré en el juego de sombras con diferentes gamas de azules. Quise arriesgarme a utilizar un azul bastante saturado que se mezclara casi con las tonalidades del cielo de forma que se acentuaran más los contrastes de los tonos oscuros de las rocas y los blancos de la nieve.
Paisaje Nevado de los Pirineos 2
Segunda obra sobre los Pirineos pero la primera con unas aspiraciones mayores que la primera. Quise acentuar el efecto de anochecer de la imagen e intenté jugas con las luces puntuales del pico de la montaña. Está realizado sobre una base acrílica de un tono azul no demasiado saturado. La obra está terminada con óleo.
Viaje al Monte Athos
En el maravilloso viaje que he realizado al Monte Athos (Abril 2012) pude tomar algunas impresiones en mi libro de notas en forma de dibujos. No disponía de mucho tiempo para poder dibujar porque la estancia es muy limitada y los desplazamientos los hice casi integramente a pie. Los caminos son largos y desconocidos y hay que apresurarse para que no se haga de noche. En los monasterios empleo casi todo el tiempo en pasear y descubrir los rincones más fascinantes. de todas formas aquí os dejo tres impresiones:
Paisaje Nevado de Sierra Nevada 1
Esta es mi primera obra de los paisajes nevados de montaña. He usado un formato pequeño de 50×50 para hacer las primeras pruebas. He utilizado el óleo para realizar la obra pero creo que con acrílico podría conseguir efectos parecidos de una forma más instantánea. Me interesaba mucho poder jugar con las diferentes tonalidades de blanco (que obviamente no son blancos sino grises y azules) y el juego de contrastes entre las rocas no nevadas. La composición de las rocas dibujando una línea diagonal me atraía especialmente aunque podía resultar algo arriesgada ya que atraviesa toda la composición. Finalmente creo que es un buen comienzo para una serie que promete diversión.
Retrato de Mujer
Pastel sobre papel encolado a cartón 100×70 cm.
A continuación algunos detalles de la obra.
Para ver algunas fotos y explicación del proceso, pinchar aquí.
Proceso Pastel – Retrato de Mujer
A continuación os expongo cuatro imágenes del proceso de creación de un retrato de medio cuerpo al pastel en un gran formato.
El pastel es una técnica que tiene muchas buenas cualidades pero por otro lado es también bien conocido por su fragilidad. A mí me gusta mucho para los retratos y, aunque reconozco que el pastel no es el procedimiento más popular, se merece una especial atención.
Mi retrato comienza siempre en el rostro. Practicamente siempre comienzo por los ojos y voy saliendo de dentro hacia afuera. Primero empiezo manchando con colores planos y base que más tarde iré matizando. En estas fases siempre utilizo las barras de pastel y los dedos. !Me encanta trabajar con los dedos! Seguramente es una de las cosas por las que más me gusta esta técnica. El contacto físico con la obra es total.
Solamente en los estadios más avanzados de detalle utilizo lápices de pastel que me ayudan a realizar trazos más finos y precisos. Pero la frescura de los colores de barra nunca se consiguen con los lápices. Por eso intento evitarlos cuando es posible. Por ejemplo, el negro marca grandes diferencias entre la barra y el lápiz. La barra es un color más saturado, profundo y vivo. El lápiz tiende más al gris y pierde mucho brillo.
Una vez que tengo controlada la parte de la cara, empiezo a manchar otras partes del retrato para envolverlo con el fondo. Los colores del fondo son muy importantes porque van a condicionar los colores que usemos en el mismo retrato. Por ello, hay que asegurarse de elegir colores adecuados. En los retratos de corte clásico se suelen utilizar grises neutros que giran hacia los frios o cálidos dependiendo de cómo sea el retrato y el efecto que quiera conseguir el pintor.
Más adelante voy manchando todo el vestido con un negro al 70% de forma que tenga margen más tarde para poder ennegrecer más y por supuesto con mucho margen para aclarar. Antes de terminar el vestido me decido por terminar las partes más delicadas como las manos, una de las partes que entrañan más dificultades.
Finalmente, la obra terminada.
Intento evitar utilizar el fijador, pero en este tipo de obras tan grandes al pastel es prácticamente imprescindible para evitar que se desprendan las partículas de pastel, incluso cuando la obra ya está enmarcada.
Espoero que os haya parecido interesante.
Podéis ver otros detalles de la obra terminada pinchando aquí.