El ambiente que se disfrutaba en la Facultad de Bellas Artes de Atenas era especial. Sin duda alguna, era muy diferente a la Facultad de Valencia. Uno de los lugares donde más tiempo pasé dentro de la Facultad fue el taller de grabado. Allí produje mi obra de más de 100 monotipos de casas con cierto estilo abstracto.
En este taller se encontraba una de las compañeras que solía estar trabajando al mismo tiempo que yo. Se llamaba Λια y un día me hizo este retrato. Desgraciadamente el contexto de cómo se produjo ya lo he olvidado. Hace ya mucho tiempo de ello y la verdad es que no sé si fue en el mismo taller o en un descanso… no lo sé. El caso es que después de tantos años y a pesar de haber tenido que renunciar a muchas obras o documentos de mis días en Atenas, éste aún lo conservo y creo que es preciso recordarlo. Es un buen testimonio de cómo me veía la gente en el 1998-1999.